Aunque los datos corresponden a Aragón, por haber sido elaborado el estudio por la Fundación Adecco en Aragón, las conclusiones de este estudio bien podrían ser extrapolados al resto de España. Y es que, pese a que siguen apuntando al alza, la tasa de actividad de personas con discapacidad (un 36 %) se queda todavía muy lejos de la del resto de la población (59,5 %). Dicho de otro modo: el 64 % de los españoles con discapacidad, y en edad laboral, no tienen empleo… según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal
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Una de las causas de esta realidad son los prejuicios que aún existen en algunas empresas para contratar a trabajadores discapacitados. Aunque cada vez hay una mayor concienciación y sensibilización, desde la Fundación Adecco aseguran que sigue habiendo “estereotipos” y “falsas creencias”.
O sea que se presupone que el trabajador con discapacidad no va a desarrollar el trabajo como cualquier otro empleado… algo que la realidad desmiente. Y es que los trabajadores discapacitados poseen, como el resto de los trabajadores, fortalezas y competencias. Tan sólo hay que buscar un puesto que sea compatible con sus posibilidades.
Con respecto al tipo de trabajos a los que acceden los discapacitados aragoneses, y siempre de acuerdo con los datos facilitados por Fundación Adecco en Aragón, aquellos ocupan puestos cada vez más cualificados… aunque, de momento, la mayoría de estos trabajos siguen correspondiendo a empleos del sector servicios que, tradicionalmente, no han requerido demasiada especialización… tales como atención al cliente, puestos administrativos o logística y almacén.
¿Y qué tipo de contratos firman los trabajadores discapacitados aragoneses? La mayoría son temporales… en consonancia con lo que sucede con el global del mercado laboral, Sin embargo, hay una diferencia, tal y como apunta Vanesa Moya, de la Fundación Adecco en Aragón “la empresa es más dada a prorrogar sus contratos a personas con discapacidad antes que al resto” ¿La razón? Los beneficios fiscales. 
Por último, y sobre el tamaño de las empresas que contratan a trabajadores con discapacidad, estas suelen ser medianas o grandes. Esto es así, al menos en parte, porque la Ley de Integración Social del Minusválido obliga a las empresas de más de 50 empleados a contratar a trabajadores con discapacidad, de tal forma que representen al menos un 2 % de la plantilla. Las compañías a cambio tienen bonificaciones y desgravaciones a la Seguridad Social por cada empleado. “El beneficio es mutuo” indica Moya.
