Tres parapléjicos consiguen volver a caminar gracias a la electroestimulación

Tres pacientes con paraplejia a causa de lesiones medulares han conseguido recuperar de manera parcial la capacidad de caminar. Ésto ha sido debido a una terapia experimental, un tratamiento intensivo de estimulación medular y rehabilitación.

 

Este estudio ha sido realizado por dos centros independientes en Estados Unidos y los resultados son altamente satisfactorios.

Volver a caminar después de un accidente de moto

Cinco años después de haber sufrido un accidente con una moto de nieve y de no haber podido mover ni un sólo músculo de cintura para abajo, Jered Chinnock ha vuelto a ponerse en pie. A sus 29 años, Jered ha sido uno de las tres personas seleccionadas para someterse al estudio americano, gracias al cual hoy puede decir que ha recordado lo que es caminar.

Pero.. ¿y en qué consiste este estudio? Os estaréis preguntando.. Bien, digamos que al haber una grave lesión medular, no existe conexión entre las señales que parten del cerebro y las piernas. De este modo, es imposible caminar o mover alguno de los músculos inferiores. Pero, este estudio ha conseguido evadir este hecho y conseguir realizar movimientos voluntarios con las piernas sin esas señales.

Aunque, como argumenta Manuel Murie, presidente de la Sociedad Española de Neurorreabilitación, «a día de hoy no tenemos un tratamiento 100% efectivo para una persona con daño medular completo, como el caso de Jered». Pero, estudios como el realizado en EEUU nos hacen ver una realidad cada vez menos desoladora y cercana. Sólamente el hecho de haber podido mandar esas señales que guíen los movimientos de las piernas sorteando la ausencia de señales cerebrales, ya implica todo un avance.

Rehabilitación y electroestimulación para volver a caminar

El estudio americano se divide en varias fases. Comenzando por una terapia física durante 22 semanas, se implantan quirúrjicamente unos electrodos en el espacio epidural, justo debajo del área lesionada. Este electrodo se conecta a un dispositivo generador de pulsos eléctricos debajo de la piel del abdomen y, de ahí, se comunica de forma inalámbrica con un dispositivo externo.

La estimulación eléctrica es conocida por conseguir facilitar contracciones musculares voluntarias. (Os sonará de ver en la teletienda aparatos de electrodos con los que, teoricamente, te salen abdominales estando en el sofá viendo la tele.. No es exactamente cierto, pero se basa en la misma idea)

Después de la operación, sigue la rehabilitación con la electroestimulación medular. La clave del éxito se basa en que estos impulsos se van ajustando y modulando mientras los fisioterapeutas van movilizando los músculos del paciente. Es decir, no es que los impulsos eléctricos del lugar al movimiento, sino que, con entrenamiento, son capaces de generar el aprendizaje requerido para realizar dichos movimientos. Según los creadores del estudio, «con los impulsos se consigue imitar las señales del cerebro que, de forma natural, envía a los músculos para realizar los movimientos». 

 

Así, tras 113 sesiones de terapia física intensiva con electroestimulación medular, Jered consiguió caminar un total de 331 pasos, la distancia de un campo de fútbol.

Poder caminar pero seguir siendo tetrapléjico

Aunque el mero hecho de ponerse de pie ya es todo un logro, no podemos hablar todavía de una curación de la tetraplejia. Pero sí que es un gran avance al reducir la osteoporosis y los dolores que se sufren estando postrados en una silla. Además, podemos concluir diciendo que, gracias a este estudio, sabemos que las redes neuronales que se encuentran por debajo de la lesión medular, aún pueden funcionar después de una parálisis. Sólo hay que hallar el método de salvar esa lesión.

Por otro lado, GTX medical utilizará estos descubrimientos tan positivos para seguir desarrollando una neurotecnología a medida de cada paciente con el objetivo de convertir este paradigma de rehabilitación en un tratamiento disponible en hospitales y clínicas de todo el mundo. «Estamos desarrollando neurotecnología de próxima generación que también se probará muy pronto tras la lesión, cuando el potencial de recuperación sea alto y el sistema neuromuscular aún no haya sufrido la atrofia que sigue a la parálisis crónica. Nuestro objetivo es desarrollar un tratamiento accesible», concluye Courtine.

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