Ismael, parepente adaptado y sin monitor

Dicen que la adrenalina nos mantiene vivos o al menos, es lo que muchos pensamos. La sensación de velocidad, de sentir el límite y de enfrentarnos a lo desconocido, es algo altamente adictivo.  La historia de Ismael, claro ejemplo de superación, merece ser leída.

Tras sufrir un duro accidente de moto y quedarse en silla de ruedas, hoy sueña con convertirse en paracaidista a dos ruedas y sin la ayuda de un instructor ¿Quieres saber quién es Ismael?

Con tan sólo 21 años, Ismael vio cómo su vida daba un giro de 180º en tan sólo segundos. Un trágico accidente de moto le dejó postrado en una silla de ruedas: seis costillas fracturadas, un traumatismo y todos sus sueños rotos en mil pedazos.

Él quería ser hostelero de profesión como su padre y tener su propio bar en el centro de Málaga. Adoraba montar en moto y sentir la velocidad junto a su padre. Quería seguir soñando.

Ahora, cuatro años más tarde, Ismael vuelve a sonreír. Vuelve a ser un chaval lleno de alegría y esperanzas gracias a su nueva pasión: el parapente.

Encontrar la motivación en algo que nos apasione

Hace dos años por casualidad, Ismael descubrió el parapente adaptado. Ocurrió durante una actividad en el Valle de Abdalajís, en Málaga, donde pudo probar la que hoy es su nueva motivación. Desde ese momento, la adrenalina que le reporta la práctica de este deporte de riesgo es una de las cosas más liberadoras para el joven malagueño.

Pero él no se quedó ahí; quiso ir un pasito más allá, desplazándose el verano pasado hasta la capital para seguir repitiendo la experiencia. Ahora sueña con poder volar en un futuro sin la ayuda de ningún instructor “En el mundo, algunas personas en silla de ruedas han conseguido hacerlo solos. Un curso en el que te enseñen la instrucción necesaria y cómo aprender a descender con la silla es mi siguiente paso”.

Superar la dificultad

Detrás de esa motivación hay años difíciles. Sesiones de psicólogos y psiquiatras para abordar que la vida que cambió en un segundo no se ha detenido. Todo volvió a comenzar tras un accidente de tráfico en el que, tras volar 15 metros por los aires y toparse con el suelo, acabó con un demoledor resultado: tres vértebras rotas que dañaron la médula, seis costillas rotas y un duro traumatismo.

Tras salir de diferentes hospitales en los que Ismael estuvo ingresado, tocaba enfrentarse a una nueva realidad. Un mundo lleno de obstáculos para las personas que van en silla de ruedas y que dificultan su independencia.

Recuperar la autonomía

Ismael decidió dar un paso más y viviendo en casa de su abuela, decidió sacarse el carné de conducir. Ahora ya podía entrar y salir sin necesidad de ayuda. Un pasito más hacia su independencia.

Independencia que ha podido conocer desde el verano pasado, fecha en la que comenzó a vivir solo en una de las viviendas que tiene el Ayuntamiento de Málaga para personas con movilidad reducida en la zona de Las Virreinas. Un piso adaptado por completo con en el que ha ganado autonomía y en el que paga luz, comunidad y seguro.

Sin duda, Ismael es un luchador y desde Rehatrans estamos seguros de que conseguirá todo aquello que se proponga.

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