Adquirir una silla de ruedas representa una inversión importante para las familias, por lo que será especialmente importante no equivocarse en la elección. Además, es un artículo que la persona discapacitada va a utilizar en su día a día, por lo que será mejor tener en cuenta ciertas cosas… no vayamos a tener que enfrentarnos a problemas posteriores por nuestra imprevisión. ¿Nos permites que te demos algunos consejos que, creemos, te van a ayudar a la hora de acertar con tu elección? Pues vamos allá:
-Lo barato sale caro
El precio suele ser un factor importante, aunque nuestro consejo es que no sea determinante. No hay que olvidar que la razón para comprar una silla de ruedas eléctrica es su funcionalidad y la mejora de calidad de vida del discapacitado, por lo que debe cumplir todas nuestras expectativas. Un precio bajo, a la larga, puede salirnos muy caro.
-Cuando y donde se va a utilizar
Lo normal es que el discapacitado utilice su silla eléctrica durante todo el día, para desplazarse de aquí para allá. Por esta razón, será bueno que compremos una calla con asiento anti escaras y mecanismo de reclinación y basculación. Además, hemos de tener en cuenta que, si las sillas eléctricas plegables son más fáciles de manejar, las rígidas son más robustas.
-La dimensión de la silla
Cada uno sabe cuáles son las dimensiones y características del entorno en el que se mueve. Esto significa que, antes de comprar la silla eléctrica, habrá que tener en cuenta que podemos subirla en nuestro coche; ascensor; que podemos movernos con ella, por nuestra casa, de forma sencilla…
-La autonomía de la silla
Según el uso que se vaya a hacer de la silla de ruedas, y de las zonas por las que el discapacitado se vaya a mover -si hay muchas cuestas, si las distancias de desplazamiento son largas…- habrá que mirar muy bien la capacidad de las baterías de la silla.
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