El día a día en la ciudad cuando convives con una discapacidad

Discapacidad silla de ruedas Barcelona RehatransHa sucedido en Barcelona, donde estudiantes de Arquitectura han recorrido, junto a personas discapacitadas, el barrio de La Marina, en el distrito Sants-Montjuïc de la ciudad. La cicerone del grupo ha sido María Luisa Garrido, una barcelonesa que, desde hace 10 años y por culpa de una parálisis cerebral, tiene que desplazarse en silla de ruedas.

El grupo de estudiantes estaba formado por 20 universitarios de tercer curso de la Escola Tècnica Superior d’Arquitectura de Barcelona (ETSAB), de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). Mientras María Luisa hablaba, unos la escuchan atentos a su misma altura visual sentados también en sillas de ruedas. Otros lo hacen andando con muletas o con un bastón blanco y los ojos tapados. Fuera cual fuera la manera en la que habían elegido vivir esta experiencia (en silla de ruedas, con muletas o llevando los ojos vendados) todos los participantes en esta actividad oyeron -y vivieron en carne propia- lo que es el día a día de María Luisa en sus recorridos por Barcelona… unos recorridos en los que le toca vivir de todo. Y en ese todo entra desde no tropezar con una baldosa que sobresale del suelo a sentir como su silla de ruedas, ante una rampa demasiado elevada, resbala hacia atrás.Discapacidad silla de ruedas discapacidad Rehatrans

Para Sandra Bestraten, profesora de la asignatura Vivienda y Cooperación y coordinadora de la actividad, señala que “las barreras urbanas provocan que un discapacitado se enfrente a unos límites que si el entorno fuera el adecuado no existirían. Realizar ajustes arquitectónicos para solucionar los problemas de accesibilidad logra que una disminución física no sea un escollo en el espacio común”. A las palabras de la profesora, Griselda Valverde, una de las estudiantes participantes añade «todos somos iguales, aunque nos desplacemos de diferentes maneras”.

El barrio de La Marina, uno de los más castigados por el paro de toda Barcelona, es especialmente reivindicativo y solidario, tal y como ha podido comprobar María Luisa durante todos los años que lleva viviendo allí. discapacidad silla de ruedas RehatransSin embargo, para ella, que alguien te eche una mano para subir por una rampa mal hecha no es la solución “no quiero que en las tiendas me tengan que despachar en la acera de la calle porque un escalón impide que pueda entrar con la silla motorizada, que es más voluminosa que una manual. Tampoco quiero que me ayuden a coger una bolsa de patatas en una estantería elevada de un supermercado”. Lo malo es que éste es el día a día de muchos discapacitados… de Barcelona y de otras muchas ciudades.

REHATRANS

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